Su
nombre significa "piedra turca” porque en la antigüedad su ruta comercial
pasaba por Turquía cuando llevaba las gemas a Europa.
La
encontramos en los colores azul – celeste, azul – verdoso y verde manzana. Posee habitualmente inclusiones
en el tono blanco usualmente con manchas color caramelo o negro. El tono azul
puro es pocas veces visto siendo el tono predominante en la gama de los
turquesa.
El
tono azul - celeste tan apreciado se transforma a través de las altas temperaturas, aproximadamente
250 grados centígrados, en un color
verde poco vistoso. Por tal motivo, el orfebre tiene que contar con ciertos recaudos para no modificar el color de la
gema al exponerla al calor ya sea por cercanía por el calor de un engarce o una
soldadura.
Muchas veces sus imperfecciones o grietas son resueltas con resinas u otros materiales.
Los
mejores yacimientos de turquesa se encuentran en Nischapur, Afganistán, Australia oriental, China, Israel, Tanzania y
en el sudoeste de Estados Unidos.
Podemos
encontrar muy lindos diseños combinando la turquesa con el oro blanco y
diamantes así como también en plata rodinada.
Les comparto una hermosa joya con turquesa y diamantes.