Los que
aprecian a las gemas naturales de la actualidad reconocen que durante muchos
años las mismas han sido clasificadas en piedras preciosas o no preciosas o
semipreciosas. Es una nomenclatura internacional que ha pasado de mano en mano
a lo largo de diferentes generaciones de joyeros, gemólogos y coleccionadores
de este tan apreciado tesoro.
Los avances
tecnológicos han sido una de las razones que nos han llevado a repensar la
clasificación de las gemas naturales o no así como también han puesto a prueba
el ojo de los gemólogos y de los especialistas en el asunto.
Algunas
organizaciones internacionales han sido avales de algunas nomenclaturas ya
conocidas por el sector. Hablar de gemas naturales nos lleva a un viaje
apasionante que nos permite emocionarnos por los recursos naturales de nuestro
planeta.
Sabemos que la
humanidad ha intentado a lo largo de los siglos encontrar, entre otros tesoros
naturales, a los yacimientos de minerales. Ya sea por su gran valor económico o por la pasión que
despiertan.
Me
gustaría invitarlos a rendir un pequeño
homenaje sobre este tema que tanto me apasiona: las gemas naturales de
Latinoamérica. Se trata de un asunto que lo he vivido desde muy pequeña con mis
abuelos así como también con mis padres. Debemos reconocer que en el mundo
emprendedor nunca hay hora ni día determinado para hablar de Hablar del trabajo
que uno tanto ama.
Las gemas me
lleva a considerar inicialmente que
estemos atentos sobre importancia que tomemos
conciencia de que los recursos naturales son limitados y que requieren
que los tratemos con responsabilidad y ética para que seamos idóneos y pongamos
nuestro aporte por la sustentabilidad del planeta.
Para algunos
clásicos de la Joyería, el término piedras preciosas solamente abarca a cuatro
gemas que serían las “madres” de la familia de las gemas: Diamante, Zafiro,
Rubí y Esmeralda.
Empezaré
hablando del DIAMANTE, gema número uno del corazón de los consumidores de
cualquier parte del mundo.
Los diamantes,
tan famosos internacionalmente como los “mejores amigos de las mujeres”
constituyen una de las gemas naturales más fascinantes del mundo de la joyería.
Su nombre proviene del griego que la
traducción seria indomable, inconquistable por su durabilidad siendo así una de
las gemas naturales más duras en la clasificación de los gemólogos.