viernes, 11 de marzo de 2016

Zafiros, Esmeraldas y Rubíes, un trío muy especial.






EL ZAFIRO.

Su nombre también proviene del griego rinde un homenaje a su tono tan único azul. Podríamos decir que el zafiro es es el “hermano mayor” y “gran compañero” del diamante por el lugar que ocupa en el corazón de muchos consumidores internacionales. Los zafiros se han convertido en una gema que agrada muchísimo a los latinoamericanos  en especial a los argentinos.
Es zafiro es una gema relativamente dura, obteniendo la clasificación internacional número 9. Sus tonos pueden ir desde el incoloro  pasando por el azul en diversas tonalidades, verde, violeta hasta alcanzar al tono negro. Es así como los zafiros han sido y serán protagonistas de diversas colecciones de joyas internacionales.
Debo destacar el buen gusto europeo los consumidores latinoamericanos que saben reconocer el valor de los zafiros y lo bien que se adaptan a los diseños clásicos y contemporáneos. Y puedo combinar a los zafiros con otras gemas si quiero un toque de distinción y personalidad a una joya si la combino con otras gemas y materiales.
Los yacimientos de  Zafiro han sido encontrados en India, Estados Unidos, Australia entre otros países.
Reconocidas marcas internacionales han utilizado los zafiros en sus colecciones y los admiro por el buen gusto y harmonía en sus creaciones. Las mismas han sido y serán fuente de inspiración para los designers de todo el mundo.
También podemos encontrar a muchas colecciones con zafiro para el segmento masculino y personalmente considero que quedan muy bien y ni hablar si las combino con otras gemas naturales.

Ahora, llegó el momento de contarles un poco sobre otra gema preciosa tan admirada por los gemólogos internacionales: LA ESMERALDA.

Famosa gema Colombiana,  entre otras localidades, la esmeralda es y lo será una gema más que especial que luego les contaré el porqué. Sus tonos oscilan entre la gama de los verdes y abren un abanico de colores únicos. Su nombre, también proveniente del griego, rinde homenaje a su tono único de “piedra verde”.
Famosas por sus inclusiones también llamados jardines, las esmeraldas han encabezado colecciones muy nobles y son y serán un símbolo de elegancia y ni hablar de las joyas de la corona con esmeraldas. Durante siglos, las esmeraldas han estado presentes en la mente del consumidor y de los joyeros que valoran lo que representan.
Internacionalmente  las joyas con esmeralda piden una mirada muy sábia por parte del orfebre. Los que hemos trabajado con estos tipos de gemas sabemos que la esmeralda es una piedra preciosa muy blanda en comparación con otras y que a veces un simpre golpe por parte del gemólogo puede inutilizar una pieza, un diseño o un proyecto. Ni hablar si la misma es para un concurso o evento especial.
Mis abuelos me han contado que, muchas veces el valor de la piedra preciosa se convierte en un secreto para que las partes involucradas en el proceso de fabricación no se pongan nerviosas ni estresadas hasta que lleguen a manos del consumidor final.
Joyerías internacionales de reconocido nombre suelen mantener la confidencialidad con respecto al valor de las piedras preciosas por una cuestión de seguridad y comercialización de las mismas.
Las joyas con esmeraldas y diamantes suelen ser un clásico de la joyería de buen gusto y delicadez. Alianzas de compromiso intercalando los colores o en diseños originales pueden tranquilamente acompañar a protagonistas en eventos especiales. Basta un poco de buen gusto para combinar los géneros, terminaciones, tramas y texturas  para lograr el equilibrio para una ocasión especial.

Y por último, quiero contarles un poco sobre otra gema natural muy especial: el RUBÍ.

Piedra preciosa muy fina que representa la pasión y da un toque de elegancia único a las joyas.
El Rubí es encontrado en los Estados Unidos, África, Asia, China entre otros. Su dureza es…
Los rubíes son muy utilizados en las colecciones de joyas europeas clásicas y contemporáneas. Algunos joyeros internacionales distinguidos han diseñado colecciones combinando las piedras preciosas. Jugando con los tonos de cada una de las gemas, es posible obtener una combinación de colores únicos y combina muy bien con la seda natural francesa.  Ni hablar de combinarlos con los tonos marfil y durazno con detalles simétricos o asimétricos que tanto están de moda y aprecio. Así,  es posible jugar con la imaginación y con la creatividad proponiendo diseños innovadores en el mundo de la joyería clásica.