Su nombre también proviene del griego rinde un homenaje a su tono tan
único azul. Podríamos decir que el zafiro es es el “hermano mayor” y “gran
compañero” del diamante por el lugar que ocupa en el corazón de muchos
consumidores internacionales. Los zafiros se han convertido en una gema que agrada
muchísimo a los latinoamericanos en
especial a los argentinos.
Es zafiro es una gema relativamente dura, obteniendo la clasificación
internacional número 9. Sus tonos pueden ir desde el incoloro pasando por el azul en diversas tonalidades,
verde, violeta hasta alcanzar al tono negro. Es así como los zafiros han sido y
serán protagonistas de diversas colecciones de joyas internacionales.
Debo destacar el buen gusto europeo los consumidores latinoamericanos
que saben reconocer el valor de los zafiros y lo bien que se adaptan a los
diseños clásicos y contemporáneos. Y puedo combinar a los zafiros con otras
gemas si quiero un toque de distinción y personalidad a una joya si la combino
con otras gemas y materiales.
Los yacimientos de Zafiro han
sido encontrados en India, Estados Unidos, Australia entre otros países.
Reconocidas marcas internacionales han utilizado los zafiros en sus
colecciones y los admiro por el buen gusto y harmonía en sus creaciones. Las
mismas han sido y serán fuente de inspiración para los designers de todo el mundo.
También podemos encontrar a muchas colecciones con zafiro para el
segmento masculino y personalmente considero que quedan muy bien y ni hablar si
las combino con otras gemas naturales.
Ahora, llegó el momento de contarles un poco sobre otra gema preciosa
tan admirada por los gemólogos internacionales: LA ESMERALDA.
Famosa gema Colombiana, entre
otras localidades, la esmeralda es y lo será una gema más que especial que
luego les contaré el porqué. Sus tonos oscilan entre la gama de los verdes y
abren un abanico de colores únicos. Su nombre, también proveniente del griego,
rinde homenaje a su tono único de “piedra verde”.
Famosas por sus inclusiones también llamados jardines, las esmeraldas
han encabezado colecciones muy nobles y son y serán un símbolo de elegancia y
ni hablar de las joyas de la corona con esmeraldas. Durante siglos, las
esmeraldas han estado presentes en la mente del consumidor y de los joyeros que
valoran lo que representan.
Internacionalmente las joyas con
esmeralda piden una mirada muy sábia por parte del orfebre. Los que hemos
trabajado con estos tipos de gemas sabemos que la esmeralda es una piedra
preciosa muy blanda en comparación con otras y que a veces un simpre golpe por
parte del gemólogo puede inutilizar una pieza, un diseño o un proyecto. Ni
hablar si la misma es para un concurso o evento especial.
Mis abuelos me han contado que, muchas veces el valor de la piedra
preciosa se convierte en un secreto para que las partes involucradas en el
proceso de fabricación no se pongan nerviosas ni estresadas hasta que lleguen a
manos del consumidor final.
Joyerías internacionales de reconocido nombre suelen mantener la
confidencialidad con respecto al valor de las piedras preciosas por una
cuestión de seguridad y comercialización de las mismas.
Las joyas con esmeraldas y diamantes suelen ser un clásico de la joyería
de buen gusto y delicadez. Alianzas de compromiso intercalando los colores o en
diseños originales pueden tranquilamente acompañar a protagonistas en eventos
especiales. Basta un poco de buen gusto para combinar los géneros,
terminaciones, tramas y texturas para
lograr el equilibrio para una ocasión especial.
Y por último, quiero contarles un
poco sobre otra gema natural muy especial: el RUBÍ.
Piedra preciosa muy fina que representa la pasión y da un toque de elegancia único a las joyas.
El Rubí es encontrado en los Estados
Unidos, África, Asia, China entre otros. Su dureza es…
Los rubíes son muy utilizados en las
colecciones de joyas europeas clásicas y contemporáneas. Algunos joyeros
internacionales distinguidos han diseñado colecciones combinando las piedras
preciosas. Jugando con los tonos de cada una de las gemas, es posible obtener
una combinación de colores únicos y combina muy bien con la seda natural
francesa. Ni hablar de combinarlos con
los tonos marfil y durazno con detalles simétricos o asimétricos que tanto
están de moda y aprecio. Así, es posible jugar con la imaginación y con
la creatividad proponiendo diseños innovadores en el mundo de la joyería
clásica.